Si bien el discurso está dirigido a un público que tiene un
interés en estudiar la música, no podemos quedar indiferentes a lo que comenta
el relator, es importante que podamos reconocer la importancia y el poder que
tiene la música en nuestro desarrollo a nivel cognitivo y personal, pues
podemos mejorar aspectos cotidianos desde la concentración hasta mejorar nuestra
memoria.
Refuerza el hecho de que el poder de la música se obtiene a través
de la práctica de tocar un instrumento, pues el cerebro se enriquece a nivel
neuronal, influyendo en nuestro nivel de poder aprender sistemas lingüísticos y
matemáticos. Además mejora la psicomotricidad y capacidad de escuchar,
conllevando a convertirse en una práctica que genera en los niños un hábito de
poder expresarse mejor, menor frustración, la capacidad de resolver problemas personales
y con sus pares.
Un planteamiento interesante en el cual me gustaría
enfocarme es cómo el cantar canciones en otros idiomas a través de prácticas de
repetición y memoria, permiten aprender de mejor manera un lenguaje. Esto es un
objetivo que puede ser adherido en prácticas educativas para incorporar a los
niños a nuevos desafíos de una forma más agradable y facilitando a quienes les
puede parecer un reto más complicado.
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